domingo, 28 de diciembre de 2014

2014

Me voy a dormir muerta de cansancio... no del físico, cansancio vital inconmensurable tras un año lleno de emociones sin dirección ni sentido.

¿Porqué pasan las cosas?, ¿porqué la vida no me da tregua ni respiro?, ¿porqué, porqué, porqué?.
Este pulso con ella ya no tiene sentido. Bajo el brazo, me rindo.

El amor, para quien sea capaz de amarme, sí, capaz, porque hay gente que ama pero no es capaz de hacerlo. La amistad, con más cuidado. El trabajo, ¡que pase la crisis por Dios!. La salud y la familia, ¡bien!, joder, algo bien! :)

El poder personal parece muerto, pero no lo está. ¿Cuantas veces tendré que resurgir de mis cenizas?. Ya me cansé, me cansé, me cansé... Si Vera, pero la vida es eso, si piensas otra cosa tu destino será amargarte, ser una de esas personas que acaban resentidas, con el corazón podrido y la coraza como único traje para caminar.

Esa es la lucha, por más dolor, rabia, desamor, decepción y sufrimiento recibido o aceptado, no permitir que una puta coraza rígida mate la inocencia, la esperanza y la ilusión.

Corazón puro.

Justicia e injusticia, eso no me corresponde, corresponde a... quien sabe a quien.

Confío.




miércoles, 10 de diciembre de 2014

Como una estrella



Fue como una estrella fugaz, veloz, sorprendente, hermosa, un regalo del cielo inquietante, confuso, activador.


Cada vez que le veía, duraba en mi mirada unos instantes y luego desaparecía dejando un resplandor de fuego y mi cuerpo en llamas.


Pero la oscuridad regresaba y yo buscaba en la noche esperando volver a sentir el reflejo de su brillo en mis ojos. Aparecía y desaparecía en un destello- vacío constante, intermitente, impredecible, agitado, magnético.


Fue como un juego de azar, como una ruleta que contemplaba absorta tratando de adivinar qué número saldría para ese día, para esa semana o simplemente si habría próximo número. Vueltas y más vueltas, 1 rojo, 5 negro, 28, 33, 14… el mismo círculo.


Desapareció de la misma manera que había aparecido, súbitamente en un último destello, y lo que ahora queda es sensación de irrealidad, de algo que no sé si sucedió, soñé, inventé o imaginé.

No sé si fue un hombre o una estrella… fugaz.

 

jueves, 9 de octubre de 2014

Grises

Me siento cabreada con la vida, intensamente cabreada y sé que es una falta de respeto al lugar donde habito, y también sé que es el peor sentimiento que puedo albergar porque no va dirigido a nadie en concreto, si lo fuera sería fácil de digerir, transmutar, transformar en otro estado. Tan sencillo como dejar que el fuego baje y tomar dos o tres decisiones que me saquen inmediatamente del cabreo.

Pero ¡no!, mi enfado es con la vida y por lo tanto con el TODO, con lo más sagrado, con lo más mundano, con la esencia de lo que mueve mi cuerpo, asi que me quedo inmovil, petrificada en un estado que ahora mismo no sé como resolver.
Falto al respeto a todo lo bello que me rodea, que es mucho, y eso va contra mi y me daña.
Suelo ser una persona agradecida pero en este instante no lo soy y suelto el veneno aunque me desestabilice.

Estoy cansada. Miro hacia arriba y veo el cielo, hacia abajo y encuentro suelo y tierra, a los costados aire, casas, árboles, personas y todo es una inmensa jaula que me oprime. ¡Quiero salir!. Estoy cansada. Soy una guerrera pero necesito una tregua, quitarme la armadura, desempuñar la espada, y dejarme llevar sin resistencia.

Aún así tengo un resorte, una fuerza que no sé de donde viene y que me empuja cada mañana a no parar. Me acuesto pensando: "quiero dormir cuatro dias seguidos, una semana, un mes entero, no hacer nada, quiero la nada", pero me levanto y continúo.

El optimismo volverá porque en realidad es mi esencia, pero hoy me siento cabreada con la vida y le pido perdón y espero que comprenda.


domingo, 10 de agosto de 2014

En blanco

Tocaba automimo, entrar en el agua y en mi, profundamente.
Limpiar, purificar, dejar la mente en blanco y sólo percibir... agua, fuego, espuma, movimiento, música. No hay nada más allá de eso. Vuelvo a la infancia y al mundo de los sentidos y permito al tiempo actuar como sanador. Sólo tengo que esperar sin esperar.


Esta tarde luz, tierra y aire. Mañana café o té al despertar, hacer las tareas de la casa, trabajar mecánicamente, descansar, comunicar, compartir, estar sola, mirar, escuchar, planificar, proyectar, cambiar, permanecer.


Regreso al mundo de los sentidos y me acaricio.


sábado, 7 de junio de 2014

La Emperatriz

La vida reparte sus cartas, a veces duras, otras difíciles, otras tristes, otras alegres, serenas, chispeantes, apasionadas o esperanzadoras.

Ahí están en nuestra mano para después jugarlas. Cuando son cartas afortunadas ganamos la partida facilmente y continuamos el juego con confianza en nuestra suerte. Cuando no lo son, hay que tratar de jugarlas también con sencillez  aunque cueste, aunque el otro nos tire un farol o tenga cartas mejores. El otro, lo otro o los otros son la vida y uno mismo, la partida es con "ella" y con nuestro interior, lo de fuera sólo nos reta a mirarnos hacia dentro y a jugar con nosotros mismos y nuestra capacidad de autoregeneración.

Últimanmente me han venido manos no muy favorecedoras y siento cansancio y hastío, pero la hartazón acaba sacandome una sonrisa, no sé si de pura desesperación, de pura supervivencia o de pura sabiduría, quien sabe....

Vuelvo al tarot y en el a carta número III La Emperatriz: "La Emperatriz es la alegría de vivir, la vitalidad en sí misma, las ganas de hacer cosas. Ella se levanta por las mañanas contenta, ríe y canta. A la Emperatriz no le preocupan los resultados ni los logros en general porque la sensación de sentirse capaz de ser ella misma y de entregarse es lo más importante."

Así estoy, aprendiendo a vivir con la preocupación justa, quitando hierro al hierro y luchando por salvaguardar mi alegría. Cuidando mi esperanza.

miércoles, 28 de mayo de 2014

El loco

Siempre quejándonos por todo. Así vivimos, en la amargura de lo que no pudo ser, sin ser conscientes de que ese "no pudo ser" muchas veces deja paso a un próximo o lejano "¡ha sido!", similar o diferente pero que final y felizmente ha sido.


Es una actitud natural y comprensible, no conocemos el futuro y adoptar una postura de confianza es como lanzarse a un abismo en el que tal vez bajemos flotando hasta reencontrar tierra firme o tal vez caigamos precipitadamente chocando contra el suelo-realidad. Hay que arrojarse mirando al horizonte y agradecer lo vivido, sea bueno o malo. Lo bueno para gozar con el recuerdo, lo malo para aprender y luego olvidar.


Ejercitar el agradecimiento, ejércitos de agradecimiento en nuestro interior para tomar fuerza e impulso. Optimismo.


Hay una carta del tarot que nos habla de esto, es "el loco", representa la inocencia, el riesgo, la ilusión, la confianza, la libertad, el juego, el niño interior que hay que recuperar para liberar miedos.


Hoy barajo las cartas y las escojo boca arriba, elijo mi destino.


martes, 13 de mayo de 2014

lunes, 5 de mayo de 2014

Laberinto


Quizá una mañana te despiertes y estés en un laberinto.
No, no estás aún soñando, la vida es eso.
No te esfuerces en buscar la salida, tampoco podrás recordar como entraste.
Cuanto antes lo aceptes, antes aprenderás a disfrutar de cada calle, de cada persona con la que te pares a hablar, de cada amanecer y atardecer.
Un día sentirás que duermes para no volver a despertar, creerás que acaban las calles y la gente. Tal vez será sólo una creencia, tal vez sea cierto. Algunos dicen saber qué hay al otro lado, pero la realidad es oscura.

Mientras, vive en el laberinto sin angustia ni expectativas, invoca a la alegría cada dia y verás como las paredes se vuelven doradas y hasta los muros más altos se hacen transparentes como el agua del rio más limpio; podrás atravesarlos.
A veces querrás salir de tu laberinto, pero fuera no hay paz ni libertad ni vacío redentor, están las ciudades en orden y caos de la gente que te rodea. Recórrelas e invítales a tu ciudad, es el mejor viaje.

domingo, 4 de mayo de 2014

Señales

La vida cambia de dirección constantemente.
Lo importante es no dejar de caminar nunca, boca arriba, boca abajo, 
con estrella o de puto culo. 
No importa.
Si va bien cambiará, si va mal cambiará, sigue las flechas, el camino está indicado.
Detente de vez en cuando, respira, toma fuerza y  prosigue.

Hoy, estas señales bajo mis pies.

domingo, 20 de abril de 2014

Una sola noche

Estábamos en plena ola de calor y aún así decidí ir a visitar a mi hermana Susana.
Tres horas y media de viaje y llegué al pueblo donde vive con su pareja, Jose. Lugar precioso, pero el calor asfixiante dejaba al cerebro y su capacidad para apreciar la belleza en estado casi nulo.
Comimos, luego siesta y al despertar me dijeron que bajaríamos al rio como todos los dias de verano para jugar al dominó con un amigo, David.
Me pareció fenomenal, no tengo ni idea de dominó, pero aprendería y además con lo que me hablaron de ese amigo se despertó mi curiosidad por conocerle.

Fuimos al río, había un chiringuito mugriento pero con al menos una enorme sombra que daba un emparrado cubriendo todas las mesas, y abajo el río, donde la gente se estaba bañando.
Cuando llegamos, David ya estaba allí. Nos presentaron, nos miramos y sentí que lo hacíamos como aninales, un macho y una hembra mirándose a los ojos, oliéndose con la mirada. Ya está, fue un instante, apartamos la vista y nos pusimos a jugar.
Cerveza, dominó, calor. No corría ni una brizna de aire, yo creia que me iba a asfixiar, ¿para que habría ido con ese tiempo?, me estaba arrepintiedo de un viaje que además iba a ser express, al dia siguiente regresaba a Madrid.

Pasó la tarde, bajó el sol y comenzó a soplar un poco de aire, alivio.... Susana me dijo que iríamos a regar su huerto, David me propuso acompañarle al suyo y todos nos reimos:
- asi que quieres llevarme al huerto, ¿no?.
Decidí ir con mi hermana y nos despedimos de él.
Por la noche fuimos a cenar a la plaza, yo pregunté a Susana si David solía ir por allí:
- Sí, suele venir a tomar algo después de cenar.
Pasaban las horas y no aparecía pero hacia las 24:00 le vimos con un grupo de gente. Al rato se acercó y se sentó con nosotros. Cervecitas y charla. 
Un poco más tarde, Susana y Jose dijeron que estaban cansados, que se iban. David también hizo ademán de levantarse pero mi hermana le retuvo:
- Quedaros vosotros, te dejo dejo mi llave.
Nos sentamos de nuevo, cerraron el bar, cerraron todos los bares de la plaza.
- ¿Vamos a mi casa?, tengo cerveza.
- Si hay cerveza, ¡vamos!.
Sonreí tratando de no dar muestras del deseo que ya sentía claramente.

Fuimos caminando, la casa estaba un poco retirada del pueblo pero no demasiado. Era hermosa, enorme, la estaba construyendo él, la planta de abajo aún en obras, la de arriba ya terminada y preciosa, como sacada de un cuento. Salón y habitación sin paredes, todo en un mismo espacio.
Puso música, nos sentamos a charlar en el sofá, subió varios litros de cerveza. Bebíamos, fumábamos y hablábamos, bueno, más bien hablaba él y yo me sentía en lo que se suele considerar el típico papel de hombre callado que escucha a una mujer parlanchina, asiente con la cabeza, dice de vez en cuando: "um, ajá, claro", pero por dentro piensa: cállate ya y follemos de una vez.
La conversación se desvió hacia temas sexuales. Calentón, nos besamos y ahí comenzó la historia que realmente quiero contar, una de las cosas más raras que me han pasado: ¿se puede amar profundamente a un hombre en una sola noche?. Parece una idea absurda, incoherente, irracional y mentirosa, pero la respuesta es sí, se puede, y además sentir que es un amor recíproco.

El primer beso fue impactante, como si nuestras bocas fueran las piezas de un puzzle que encajan con precisión milimétrica, la misma humedad, la misma apertura, el mismo ritmo, la misma suavidad en los labios y la misma fiereza en las lenguas. Esos besos iniciales, los dos de pie, vestidos, fueron luz que estalló en mi mente con una fuerza que jamás había sentido, jamás...
Fuimos a la cama, nos desnudamos, follamos. Lo mismo, perfección, mismo lenguaje corporal, mismo ritmo, entendimiento y... poco a poco, lo que era puro sexo y deseo, se fue transformando en algo más grande. Parábamos, nos acariciábamos, ¡pero joder!, no eran caricias mecánicas, ¿como es posible que nos acariciáramos sin cesar sintiendo un amor tan cálido y real?. Él no me dijo que sintiera amor pero sus manos y sus besos hablaban, no tengo ninguna duda. He besado, follado, tocado a muchos hombres, he sentido como me besaban, follaban y tocaban, y lo que sucedió aquella noche es un misterio, él me amaba, yo le amaba, parecía que nos conociéramos de mucho tiempo atrás, que hubiéramos vivido mil experiencias juntos, buenas y malas, de esas que forjan realmente el amor, o al menos eso es lo que yo creía que forjaba el amor hasta que lo que pensaba que iba a ser un polvo, tiró por tierra todas mis teorías.
¿Donde nace el amor y porqué?, ya no lo sé. Lo que experimenté con David no fue aquello de... que bien encajamos- cuanto placer siento- que situación tan agradable. No, me penetraba con amor delicado y salvaje, yo le follaba de la misma manera sin parar de besarnos y cuando descansábamos hasta el siguiente asalto, las caricias eran compulsivas, magnéticas, inevitables, suaves, intensas, las manos transpasaban la piel, la sensación no quedaba en la superficie, era como si mis manos se hundieran en su cuerpo y fueran hasta el fondo de su ser, como si sus manos hicieran lo mismo con mi cuerpo o con mi alma o con la materia de la que quiera estemos formados.

Hicimos el amor en la cama, en la terraza, en el sofá, de pie, sentados, tumbados, horas, horas, horas....
-¿Que hora es?
- No lo sé pero el cielo ya tiene algo de luz, va a amanecer.
- Tengo que recoger cosas de la huerta sin falta, ¿te parece que durmamos una hora y luego me ayudas?
- No, me voy.

Y me fui. Amanecía, me acompañó para enseñarme el camino de vuelta al pueblo. Las montañas estaban azules, el aire era azul, mi cuerpo azul, mi espíritu bebía ese color.
Nos besamos y cada uno tomó su camino.

Dormí poco, dudé si quedarme un dia más, fui alargando el momento de irme, llegó la tarde, llegó el rio y el dominó, llegó él, nos miramos como si no hubiera pasado nada entre nosotros, pero él sonreía tal vez que pensando en que me quedaría una noche más. Se hacía tarde, se hizo de noche, dije que regresaba a Madrid, tenía sueño, cansancio y miedo. Le di un abrazo, me lo devolvió como quien abraza a una desconocida:
- bueno, adiós, hasta pronto.

Ya en el coche, furia conmigo misma. Estuve a punto de dar la vuelta y volver para pasar una noche más con él, también por miedo a estrellarme, había dormido dos horas e iba mareada.
Lucha interna brutal, dudas, llanto, gritos. Hablaba sola como una loca, gritaba, me gritaba, gritaba a mis miedos, les insultaba, les agredía, les desafiaba.
Luego la calma y con la calma mis ojos se abrieron, desapareció el sueño, no hice ninguna parada. El llanto furioso se transformó en un llanto sosegado y dulce que acariciaba mi alma pero no era condescendiente ni transigente con ella.
Me perdoné no sin antes jurarme que no volvería a detener una bella historia por causa de mis miedos. No lo haría, ¿lo he conseguido?, no lo sé.... los miedos son bestias poderosas a las que se desarma sólo mirándoles a los ojos con sencillez, sin argumentos. Si discutes con ellos siempre ganan, son los amos y señores de las teorías más complejas y retorcidas, por eso el único arma posible es ponerse desnudo frente a ellos y decirles: aquí estoy, así soy, sin nada que me cubra ni me proteja de vosotros. Entonces, como por arte de magia huyen despavoridos porque la esencia es indiscutible.

"Los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan ahí. Ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar". Silvio Rodríguez.

Me he atrevido a conjugar este amor fugaz en la esperanza de que algo se salve en mi recuerdo.

Amor

"Matar al amor"

Hoy me convierto en asesina. Mato al amor porque así lo decido deliverada, premeditadamente, con determinación.
Hoy ensucio mis manos, doy la razón a la cobardía y le digo al posible amor:
- déjate, no duele, no voy a usar ni cuchillos ni pistolas.

El arma: distancia y tiempo. Olvido.

 
 "Vivir el amor"

El hoy de hace dias cambió, poco a poco se fue transformando. Nunca nada es igual, ni hoy ni ayer ni mañana ni dentro de cinco minutos. De asesina pasé a salvadora, de la desesperanza a la esperanza, de la tristeza a una serena alegría.
Nada ha cambiado fuera, todo ha cambiado dentro.
Me salvo a mi misma, me espero a mi misma, me alegro conmigo misma y de tanto "conmigo misma":
- joder, deja de mirarte el ombligo, que hartazón!
- es mi ombligo y lo miro cuanto quiero, vale??.

El ombligo me conecta con mi centro, con el nacimiento de las emociones, con la tierra. Es un sol en el vientre que me ancla a la realidad y desde el que puedo irradiar hacia dentro y hacia fuera. Si no hay ombligo no hay Vera, hay un ser perdido que no sabe ni de donde viene ni a donde va.

- Pero vamos a ver, ¿como puedes ser tan prepotente y creer saber a donde vas?
- Valeeee, claro que no lo sé. Corrijo entonces...

Si no hay ombligo no hay Vera, hay un ser perdido que no sabe de donde viene ni intuye a donde va.

Intuir... hacerlo genera certezas, pero la lógica no lo permite, llega con su bisturí y su microscopio y las disecciona, las desbarata, las dispersa en millones de teorías opuestas o complementarias, pero son millones, demasiadas teorías, demasiadas posibilidades y caminos cuando en realidad solo podemos elegir uno!!!. Fuera la razón, no me vale, no ahora. ¿Entonces que?, ¿la sinrazón? ¿el caos?. No, la emoción.
La emoción es un caballo salvaje con el que solemos cometer dos errores:
1- Tratar de domesticarlo.
2- Montarnos encima y pretender que vaya por el camino que fijemos.

Decisiones:
1- Me niego a domesticar a mi emoción o sentimientos. Al tratar de hacerlo pierdo toneladas de energía y voy contra su naturaleza.
2- Si cabalgo en la emoción, la dejo que vaya por donde quiera, libre. Eso sí, me bajo cuando me apetezca.

Tal vez lo ideal sea compartir emociones, que haya un "feedback", un sentirse correspondido y alimentado, pero cuando eso no sucede hay una opción maravillosa: sentirse gozoso por TODO ESO que se está sintiendo, sentirse recipiente de amor perfecto en si mismo, perfecto el contenido, perfecto el continente. Si se logra desde ese lugar que no es la mente, se entra en un estado de brillante calma y dulzura, y ya no importa nada de lo que fuera suceda. Los caminos se abren.

Deseo

I

Desear y no ser deseado es una de las sensaciones más humillantes que existen, como si el rostro de la vida te hiciera una mueca de burla y asco, la boca torcida, pocos dientes afilados, sucios y negros.
Es una situación ridícula y absurda, deja un poso que no debería existir en nuestro código genético-emocional.
No tiene ninguna utilidad ni ayuda al crecimiento interior, sólo sirve para desencadenar la necesidad primaria de huida ante el peligro o el suicidio en el apego sin respuesta. 
Animal que huye del deseo para no quemarse, animal que se abrasa vivo y queda reducido a cenizas.
El camino corrrecto es el primero, pero el deseo es poderoso, droga dura, hay que saber desengancharse a tiempo porque el tiempo juega en nuestra contra y hay un punto sin retorno que conduce a la locura, conocí a alguien que ya no pudo regresar de allí....

Keywords: rabia, tristeza, autocontención, castración, desajuste, humillación, rechazo, huida, lucha, abandono, final, aceptación.

II

Soy un cuerpo lleno de deseo.

Me masturbo y me vacío como una copa de vino que el cerebro bebe, y al momento vuelvo a llenarme de deseo. El vino es infinito.
Y aunque él no me desee, ya no importa porque me siento como una perla que brilla en un mar de aire.
Deseo cuando camino, cuando miro, pienso y hablo.
Muevo las piernas con pasos grandes, rotundos y decididos, pero la energía no se dispersa porque mis pasos van contenidos en los límites de mi cuerpo. Camino a través del espacio pero es sólo un espejismo, en realidad me muevo por dentro, invierto las pisadas y me recorro; podría pensarse que es un lugar pequeño y oprimente, no lo es, y aunque note las paredes de mi propia carne limitando el movimiento, estoy bien así, me siento fuerte y protegida por los márgenes de mi piel.
Soy un recipiente de pasión que no se desborda porque no puede y en ese no desbordarme me miro desde fuera como a una extraña y me gusta lo que veo.
Me basta con poder sentir.

Soy un cuerpo lleno de deseo. Brillante.